De noche, cuando duermes y mientras la piel está más receptiva, repara daños, reactiva la regeneración celular y rejuvenece tu piel. De día aumenta la resistencia de las células frente al estrés oxidativo y protege la piel defendiéndola de agresiones externas.
Trabaja:
- Textura
- Elasticidad
- Densidad
- Hidratación
- Firmeza
- Líneas y Arrugas
- Luminosidad
- Uniformidad de Tono
- Claridad y Vitalidad
- La piel se presenta más lisa, tersa y radiante.